Cuando se busca en internet el nombre Elmer Terrazas puedes encontrar detrás de esas simples letras una historia mucho más profunda: la de un médico que ha hecho de la cirugía plástica no solo una profesión, sino una misión de vida.
Elmer Terrazas Ríos nació en Bolivia, pero siendo apenas un niño llegó a Mendoza, Argentina, junto a su madre, María Ester Ríos, y sus hermanos. Ella, con solo 31 años, decidió comenzar de cero en un país distinto, con la valentía de quien sabe que un futuro mejor siempre merece el esfuerzo.
Entre las expectativas familiares estaba que Elmer siguiera una carrera militar, ya que logró un cupo en un colegio castrense. Pero el destino se manifestó temprano. A los ocho años, tras un accidente que le provocó un corte profundo en la mano, fue atendido por un cirujano plástico. Esa experiencia lo marcó para siempre: “Me pareció fascinante que mediante la medicina fuera posible sanar heridas y devolver bienestar”, recuerda.
Con esa motivación clara, Elmer Terrazas inició su camino en la medicina, completando su formación y sumando un posgrado en Anatomía Quirúrgica en el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Buenos Aires en 2010.
Antes de dedicarse plenamente a la cirugía estética, trabajó como guardia de terapia intensiva en distintos hospitales privados de Mendoza, entre 2011 y 2015. Esa experiencia lo dotó de un entrenamiento clave: tomar decisiones rápidas, precisas y siempre pensando en la seguridad del paciente.
Hoy, con más de 10.000 pacientes atendidos en Chile, su nombre resuena en el rubro como sinónimo de experiencia, innovación y compromiso.
Uno de los aportes más reconocidos de Elmer Terrazas cirujano ha sido la lipo marcación abdominal, un procedimiento que permite esculpir el abdomen, resaltando los músculos naturales. Esta técnica no solo se ha convertido en tendencia, sino que abrió un camino en Latinoamérica para quienes buscaban resultados más definidos, tanto en hombres como en mujeres.
Pero más allá de la técnica, lo que destaca es su capacidad de adaptar cada cirugía al cuerpo, los deseos y la seguridad de cada paciente.
Si algo distingue a Elmer Terrazas Ríos, es que junto a su Clínica Anastasia desarrolló el programa “Cirugías para Trans y LGTBI”. Un espacio inclusivo, pensado para pacientes que muchas veces fueron rechazados en otras clínicas.
Allí no solo se realizan procedimientos estéticos, sino que se acompaña un proceso de reafirmación personal. Porque en palabras de Terrazas: “La cirugía plástica no solo transforma cuerpos, transforma vidas”.
Otro de los procedimientos más solicitados es el Mommy Makeover, que combina lipo, abdominoplastia y levantamiento mamario. Este tratamiento está diseñado para mujeres que, tras la maternidad, buscan recuperar no solo su figura, sino también su autoestima.
Cada historia es distinta: algunas pacientes llegan con el deseo de volver a sentirse seguras frente al espejo, otras con el anhelo de que su ropa favorita vuelva a encajar. Para todas, el enfoque es el mismo: brindar resultados naturales y seguros.
En un mundo donde la medicina muchas veces se percibe como distante, Elmer Terrazas opiniones marcan la diferencia: es de los pocos cirujanos que entrega su número personal a sus pacientes, estando disponible las 24 horas, los 7 días de la semana.
Este gesto, aunque parezca pequeño, refleja la confianza y el vínculo que construye con cada persona que pasa por su clínica.
Elmer Terrazas Ríos no es solo un nombre asociado a la cirugía plástica en Chile. Es una historia de esfuerzo, migración, innovación y humanidad. Cada procedimiento que realiza en Clínica Anastasia lleva consigo no solo técnica y precisión, sino también el compromiso de devolverle a sus pacientes lo más valioso: la confianza en sí mismos.